lunes, 6 de junio de 2011

El Rey Piteo (postmoderno). El adulto mayor y la docencia ante las TICs









Por

Hilda Valencia
Rocío de Miguel
y Héctor Aguilar
6 de Junio de 2011














Introducción

¿Me pregunto qué sería de Teseo ante el minotauro sin las lecciones de vida que en su niñez y juventud, le dio su sabio abuelo y tutor Piteo, rey de Corinto?
Este artículo surge de la inquietud de rescatar la historia de los últimos 30 años en la docencia en cuanto a recursos didácticos, así como de intentar reflexionar las formas de impedir que se pierda la sabiduría de Maestros(as) que han acumulado conocimientos y reflexión por muchísimos años y su propia experiencia.
Lo anterior me llevó a caer en un tema también crítico en la actualidad y es el de la inclusión de los adultos mayores en el uso de las herramientas tecnológicas con las que contamos en la actualidad y cómo estas generaciones de individuos de la tercera edad han tenido que seguir aprendiendo el uso de recursos (controles de TV, teléfonos móviles, autos con electrónica, etc.) y cómo esto demanda un aprendizaje continuo en una edad en que el cerebro no está en las mejores condiciones neurológicas para el aprendizaje y el ajuste al cambio.


Época de la tecnología educativa o un eterno presente
Dice Paulo Freire “El hombre no sólo está en la naturaleza, sino que la transforma.” La historia humana habla de esas transformaciones, baste observar el proceso de la vida nómada a la sedentaria, de la piedra a la rueda y de ésta a la computadora. La técnica, ese conjunto de máquinas en funcionamiento, aparece como fruto de la actividad humana como un eterno presente, medio para la realización de los fines del ser humano y con treinta años de docencia quiero, a mi modo, hacer un recuento de la interacción con mis alumnos y el uso de tecnología como recurso didáctico.
Estoy en la docencia formal a nivel universitario desde 1979. En aquel tiempo utilizábamos las diapositivas como apoyo didáctico y al entrar a la primera universidad en la que colaboré, debí tomar un curso de cómo hacer diapositivas, después se facilitó mucho la interacción con el alumno al utilizar los acetatos. La diferencia era que en general, las diapositivas eran más caras y los proyectores también, así que se elegían diseños y cuadros esquemáticos muy bien hechos e incluso artísticos, los acetatos eran más económicos y se hacían más rápido, excelentes para tablas y diseños sencillos, más aún se podían hacer en el momento con plumones para acetatos y la exposición no tenía límite de tiempo, a diferencia de las diapositivas que se quemaban si duraban mucho ante el foco del proyector, este pequeño cambio permitió que se pudieran discutir los asuntos presentados en el acetato y facilitar la participación del alumno a diferencia de las diapositivas que propician la intervención del profesor tipo cátedra, unilateralmente.
Con el advenimiento de una pantalla transparente que se colocaba sobre el proyector de acetatos y posteriormente el “cañón”, se podía estar escribiendo y proyectando de la computadora al grupo y enseñar así los programas de computación directamente en el salón aún en ausencia de computadoras disponibles. Después se utilizó también para escribir en Word, Excel y al final el Power point y esto hizo más dinámicas las clases.
Cuando iniciaron las conexiones por Internet, era maravilloso poder entrar a bibliotecas de otros países y conectarte con profesores en algún lugar del mundo y en un intercambio mucho más rápido y eso lo pudimos compartir con nuestros alumnos.
Después se perdió cualquier distancia entre profesor y alumno, porque allí sí, cuando fue masivo el acceso a Internet, se tuvieron las computadoras personales al alcance de cualquiera y, por supuesto, eran mejores equipos los de los alumnos y ellos tenían más tiempo de aprender y probar las nuevas herramientas, entonces sí ya los profesores tuvimos que bajar del pedestal y pedir ayuda a nuestros alumnos y aprenderles muchísimo.
Margaret Mead (1970), estableció una importante distinción para entender las relaciones entre generaciones respecto a procesos de aprendizaje. Ella se refiere a una cultura post-figurativa como aquella en la que la joven generación lo aprende todo de la generación vieja, por decirlo así, la época en la que como docente usaba las diapositivas. Las culturas co-figurativas, en las que los individuos aprenden las pautas de conducta de sus iguales, época de los acetatos. Y las culturas pre-figurativas, aquellas en las que las generaciones adultas aprenden también de las más jóvenes.
Y en este contexto actual, donde son los jóvenes quienes marcan las iniciativas se exige una tarea compleja para un profesor adulto mayor, a saber, un cambio de cultura escolar. Esta postura nos convirtió en una “comunidad educativa” y como tal, a todos nos ha implicado nuevos retos. Retos de un mundo en donde, a decir de Paulo Freire, todos sabemos algo sobre algo y todos ignoramos algo sobre algo.
El empleo de las TICs como herramienta educativa implementada por un profesor adulto hacia una generación mucho más joven lo coloca, por un lado, en situación de horizontalidad y por otro, como si fuera una paradoja, en una interacción distal con el alumnado.
Echeverría (2001) comenta que tanto la distancia como el carácter reticular del espacio creado por las TICs para el aprendizaje son las características mas relevantes y que si bien la Web no es una entera novedad dado que anteriormente se empleaban la radio y televisión como herramientas unidireccionales para la obtención de la información, la integración de otros elementos como la bidireccionalidad de la comunicación amplían el potencial de la herramienta para el aprendizaje.

Neofilia y neofobia
Todo lo anterior ha sido, de alguna manera, un recuento de ajuste al cambio en el actuar del profesor ¿Qué retos encontramos dentro del tema del ser docente cuando se es mayor de 60 años y la realidad de las TIC está frente a nosotros?
El miedo a lo desconocido. Citando a Desmond Morris, del retrato zoológico del homo sapiens que realizó en su obra “El mono desnudo” (2004, p.153), extraigo el siguiente párrafo:


En todo comportamiento exploratorio, sea artístico o científico, se desarrolla el eterno combate entre los impulsos neofílico y neofóbico. El primero nos empuja a nuevas experiencias; nos hace buscar afanosamente la novedad. El segundo nos retiene, hace que nos refugiemos en lo conocido. Nos hallamos constantemente en un estado de equilibrio inestable entre las atracciones opuestas del nuevo estímulo excitante y del antiguo y familiar. Si perdemos nuestra neofilia, nos quedaremos estancados. Si perdemos nuestra neofobia, corremos hacia el desastre. Este estado de conflicto constituye la base de todo nuestro progreso cultural.


Cada vez es un reto mayor romper estructuras en esta época de cambios relámpago, repentinos y efímeros ¿cómo se adapta un adulto mayor a esta postmodernidad?
Educarse y educar en la incertidumbre, es una propuesta de Edgar Morín (1999) para la educación de este milenio y quizá sea éste el planteamiento más pertinente para la escuela del presente. Veamos sino lo es cuando un profesor, ya adulto, trabaja en la trinchera de un aula cualquiera en donde, por una parte, nuevas herramientas tecnológicas permiten un intercambio más rápido, trabajos pirateados pero también trabajos y materiales originales que se han puesto a disposición de la comunidad mundial para que sirvan de apoyo y ahorren tiempo y recursos a otros y el conocimiento circule libre y fácilmente. Cuando, por otra parte, ya se habla de los diferentes procesos de aprendizaje que se emplean debido a la integración de las TICs en la enseñanza por ejemplo:

a) Habilidades del lenguaje que se ven afectadas de manera directa: el leer y el escribir. La diversidad de estilos de texto y los lenguajes para comunicarse son presentes como efectos del uso de las TICs. El uso de acrónimos en el chat o en mensajes de texto. El abreviar palabras y de escribir de una manera más sicunta son algunos de los aprendizajes de procesar la comunicación de manera diferente.


b)Los jóvenes internautas de la Web “surfean” y escanean textos e imagenes. Discriminan, contrastan, comparan, analizan, resumen, categorizan en cuestión de minutos la información para retenerla o desecharla, al fin del cuento vivimos en la cultura del “úselo y tírelo.”


c) El aprendizaje en grupos y mediado por las tecnologías representa una herramienta con doble arista: el aprendizaje que logran los alumnos en lo individual y lo que el colectivo aprende en común.


Monereo y Pozo (1999) en el apartado de “El reto de ser un buen profesor universitario: “cuando saber no es suficiente” se cuestiona si serán los profesores universitarios poco a poco reemplazados por conferenciantes virtuales que por fin, dictarán clases verdaderamente magistrales. A lo que responde con palabras de Landa “cualquier profesor que pueda ser sustituido por algún dispositivo tecnológico merece ser sustituido por él.”
¿En esta vorágine de situaciones y procesos en cascada el profesor perplejo sólo se quedará mirando?
Con estos cambios a cuestas en un periodo breve de tiempo ha hecho que un mismo individuo (no necesitó ser un cambio generacional) haya tenido que moverse tanto en lo tecnológico como en su postura personal ante la educación, que hoy se le define como competencia tecnológica: la unión de los saberes de los profesores con los conocimientos sobre el empleo de las tecnologías (Cabello y Moyano, 2002).

Romper la brecha digital
Esta nueva realidad demanda a un profesor adulto mayor un aprendizaje continuo en una edad en que el cerebro no está en las mejores condiciones neurológicas para el aprendizaje y el ajuste al cambio, pues “se borran las cosas de la memoria,” ya que afronta numerosas restricciones físicas y mentales como la disminución de la capacidad visual, o el número creciente de enfermedades crónico-degenerativas, como la artritis. Estos padecimientos propios de la edad plantean todavía más obstáculos a vencer en el proceso de aprender y dominar las TICs.
Como contraparte, Ortiz (2007) señala que la mejor manera para que los adultos maduros aprendan – y la mejor manera de ejercitar sus cerebros – es cuestionando supuestos largamente establecidos para ellos, y haciendo cosas nuevas. Al cuestionar supuestos se ejercitan circuitos neuronales que llevan mucho tiempo establecidos, y se crean nuevos, de ahí que diversos programas para la atención de adultos mayores a nivel mundial recurran al uso de las tecnologías a favor de la psicoactivación. "Funciona como un gimnasio, uno puede venir a utilizar estos programas para ejercitar la mente y estar en forma, “comenta un adulto mayor al participar en clases de computación, en tal sentido, recomendamos visitar la siguiente página http://hdl.handle.net/10401/1776 en donde se da cuenta de una experiencia cubana en informática y psicoactivación en el adulto mayor.
Hoy puede decirse que la mayoría de usuarios de computadoras y de Internet en México oscila entre los 6 y 20 años de edad y nació en la era de las telecomunicaciones; por el contrario, los usuarios mayores de 60 años son minoría; no obstante, cada vez son más, lo que ayuda a disipar el estereotipo occidental hacia este grupo poblacional ya que demuestra su capacidad para continuar aprendiendo y adaptándose al envejecimiento.

Teseo crece guiado por su sabio abuelo Piteo.
Cabello y Moyano (2002) sugieren que la integración de las TICs en un aula es más efectiva y placentera para el educando cuando esta mediada por estrategias de capacitación para sus usos. Aquí uno de los retos sería el no perder el contenido de los conocimientos, el acervo de la ciencia y los valores, por la implementación de nuevos enfoques educativos y las herramientas tecnológicas para su intercambio. En ocasiones parece más importante la forma que el contenido.
Desde un enfoque sociocultural, entiendo que la palabra docente (profesor o maestro) no es consistente con la teoría, entonces se habla de mediador y creo que el rol del profesor/maestro ha cambiado significativamente al permitir las TICs en el aula. Su rol presente es de tutor; aquel individuo que promueve el desarrollo del estudiante a través de una mediación con el conocimiento y con el entorno. El tutor está cerca del alumno para los momentos en que requiere su apoyo y lo retira una vez que se consolida el aprendizaje. Un tutor guía, aconseja, encausa, retroalimenta y motiva a los alumnos a seguir indagando y expandiendo su saber y su hacer en el campo de estudio y yo me pregunto ¿un profesor abuelo, en la trinchera de un aula cualquiera, estaría lejos de concretar todo ello?
Como palabras finales, que no intentan dar respuesta a la pregunta anterior, puedo decir que la profesión del maestro implica, independientemente de su edad, a un ser que está en movimiento, que duda y sabe, que busca y renuncia al elegir, sufre y goza; piensa y actúa y en el acto de enseñar, también aprende.

Referencias


ECHEVERRÍA, J. (2001): Educación y nuevas tecnologías: el plan europeo e-learning, en Revista de Educación No. Extraordinario. Globalización y educación. Madrid: MEDC
CABELLO et al (2002): Tic y educación. Competencias tecnológicas y capacitación para la apropiación de las tecnologías. BA, Argentina: Universidad Nacional de Gral. Sarmiento. http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n49/bienal/Mesa%2013/PonenciaRoxanaCabello2.pdf
MEAD, Margaret (1970): Cultura y compromiso. Estudio sobre la ruptura generacional. Barcelona: Gedisa.
MONEREO y Pozo (1999): La Universidad ante la nueva cultura. Enseñar y aprender para la autonomía. España: Ed. Síntesis 1999.
MORIN, E. (1999): Los siete saberes necesarios para la educación del futuro: UNESCO
MORRIS, Desmond (2004): El mono desnudo. España: Debolsillo.
ORTIZ, María (2007): La informática y el adulto mayor. http://www.uv.mx/cienciahombre/revistae/vol20num3/articulos/informatica/index.html

5 comentarios:

  1. ¡Hermoso artículo! Además de atraparte con la mitología y con la cita de Desmond Morris, tiene la virtud de contener varias de las ideas más poderosas que se presentaron a lo largo de la ruta. ¡Gracias!

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  2. Coincido con Jesús, el artículo que publican es poético por las figuras filosóficas que utilizan y por la emotividad que contiene su expresión. El tema es de una importancia relevante porque nos compromete a todos los que somos docentes a solidarizarnos con nuestros colegas mayores de 60 años y formar verdaderas comunidades de aprendizaje siguiendo los consejos que aquí se nos presentan, para no perderlos, como bien dicen.
    Felicidades!!!

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  3. ¡Hola Hilda, Rocío y Héctor!

    Gracias por su poético artículo. Me encanta cómo describen al profesor en el último párrafo de su artículo. También por la interesante experiencia que nos comparten de formación a través de las TICs para los adultos mayores.

    Mucho por aprender, unos de otros.
    Saludos,
    Lorelí

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  4. Este artículo me ha hecho reflexionar sobre el gran esfuerzo que hacen las generaciones de adultos mayores dedicados a la docencia para enfrentar el reto tecnológico en las aulas. Se dice que las generaciones que actualmente están cursando la educación básica son las generaciones más sofisticadas que jamás habían existido por la gran disponibilidad de información que tienen a su alcance, así como toda esa tecnología con la que están creciendo y que terminan por dominar. Si esos grupos de estudiantes tienen una considerable brecha cultural con sus profesores adultos relativamente jóvenes, ¿qué podemos pensar sobre la distancia que representaría con los profesores que han entrado a la tercera edad? Pero después de leer en este artículo sobre conceptos relacionados con la capacidad que todavía tienen de aprender y el compromiso que mantienen con su labor los adultos mayores dedicados a la docencia, no puedo más que congratularme de que toda esa experiencia de vida y conocimiento que han acumulado a lo largo de todos esos años pueda ser aún aprovechada por las jóvenes generaciones que ahora más que nunca requieren de guías que les ayuden a procesar toda ese cúmulo de información al que están expuestos. Felicidades por la redacción tan profesional y el tema tan interesante.

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  5. Hilda, Rocío y Héctor, gran tema han tocado. ¡Y lo han hecho magistralmente!

    Que gran propuesta hacen en su artículo: “reflexionar las formas de impedir que se pierda la sabiduría de Maestros(as) que han acumulado conocimientos y reflexión por muchísimos años y su propia experiencia.”
    Toda civilización que ha trascendido ha escuchado a su Consejo de los Venerables Ancianos, sólo quien esta deslumbrado -atarantado para ser honestos- busca sobrevivir sin levantar la vista, y sin nutrirse de la experiencia de los viejos. ¡Que importante lo que tiene que decirnos el “profesor abuelo”!
    Creo que bien debían separarse las experiencias-aprendizaje en todos los tipos que se puedan desear y catalogar, pero entre ellas siempre habrá una -nunca menos importante que todas las demas-: Escuchar lo que nos tiene que decir el “profesor abuelo”. Esto, que no es poco, es el soporte para todo lo demás, es el peldaño anterior de la escalera del conocimiento; no me lo puedo explicar de otra manera. Gracias compañeros profesores por ayudarnos a darnos cuenta de la vital necesidad que tenemos de nuestros benditos “profesores abuelos”. Japón, una gran nación en todos los sentidos los sabe valorar, les da el grado de “Tesoros Nacionales Vivientes”. Ojalá y no nada más nos hagamos aficionados a comer sushi, sino que también y aprendamos de este gran pueblo japonés a detectar y a proteger a nuestros Tesoros Nacionales Vivientes. ¡Que así sea!

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