martes, 7 de junio de 2011

¿Cómo aprender idiomas en la era Web 2.0?



por Lilia Córdova

Antecedentes Históricos

Primero fueron las traducciones. El material didáctico para aprender idiomas se limitaba a textos literarios y novelas con las cuales los alumnos podían relacionar las palabras de manera muy léxica y estudiando la sintaxis del idioma a aprender, era el Método de gramática y traducción. Después fueron los dibujos en la pizarra o cuaderno, con los que el profesor aspiraba a ser entendido sin la necesidad de traducir de la lengua materna a la extranjera. Se usaba lo que se tenía alrededor. La filosofía era que debíamos aprender como los niños pequeños aprenden con su madre la “lengua materna”. Surgía el Método Directo.

Años después vendría el Método Situacional (Howatt, 1984) donde el profesor simulaba momentos muy determinados en los cuales el alumno debía producir cierto vocabulario y frase “pre-fabricadas”. El material de apoyo era cualquier cosa que evocara la situación. Por ejemplo, si se trataba de ir de compras, el profesor intentaría propiciar un lugar donde hubiera fruta, verdura y mercancía para “comprar”. Poco a poco se comienzan a usar fotos y recortes de revista que permitan visualizar un tema y una situación.

Posterior a esto, se desarrollarían otros Métodos basados en los ya mencionados, aunque cambiando conforme la filosofía de la educación y sobre todo a las tecnologías en auge: la radio, el cine, la televisión, etc. Métodos como el Audiolinguístico (Skinner, 1957) y el Comunicativo (Chomsky, 1965) también surgirían aclamando ser la panacea de la enseñanza de idiomas. Cursos enteros para ser reproducidos con videocaseteras o toca casetes se vendían en ese entonces.

En algún momento aparecieron los libros de texto, más que opción pedagógica, estos fueron instrumentos de mercadotecnia para mejorar los cursos de idiomas. En ellos, se especializaban específicamente los de la enseñanza del inglés como segundo idioma (para migrantes de países angloparlantes) e inglés como lengua extranjera. Los contenidos de estos libros parecían ser bastante didácticos y metodológicos. Sin embargo, carecían de pedagogía a veces. Aún en la actualidad vemos muchas clases de idiomas estar basadas enteramente en el contenido de un libro de texto, que aunque hay que decir existen buenas opciones, no permiten que el alumno experimente el idioma de una manera real. Al final, es el libro y sus “personajes” los que simulan situaciones, que a la vez, tienen que simularse en clase.

Las TICs y los Idiomas en la actualidad

Hoy, en pleno siglo XXI, los maestros de los 80’ y 90’s nos vemos inesperadamente sumergidos en un mundo lleno de opciones didácticas y de gran apoyo para la facilitación de la enseñanza, y lo que es mejor aún, muchas de estas opciones, conocidas como Herramientas Web 2.0, son lo más cercano a la práctica real, o no simulada. El alumno de hoy, y de siempre, ha tenido la imperiosa necesidad de utilizar la lengua extranjera en un entorno más natural, más invitador de lo que pasa en su lugar, con su cultura y tradiciones. Un alumno que aprende un idioma extranjero encontrará, tarde que temprano, desmotivante y aburrido, las clases repetitivas con situaciones ajenas e inertes a él o ella.

Las herramientas 2.0 han sido definidas por Wikipedia como “aplicaciones web que facilitan el compartir información…en la World Wide Web. Ejemplos de la Web 2.0 son las comunidades web, los servicios web, las aplicaciones web y los servicios de red social, de alojamiento de videos, las wikies, los blogs, etc...”

En los últimos seis años de mi carrera como docente de lenguas extranjeras (español e inglés) he constatado que la comunicación como la veíamos antes de “la era de las computadoras” ha cambiado radicalmente. Mi experiencia con este cambio fue paulatino, muy al principio, y emocionante. Siendo estudiante de universidad, aprendí a usar los equipos voluminosos de computadora de ese entonces. Claro, eran computadoras que pertenecían a la universidad (nadie se podía dar el lujo de comprarlas). Poco después, comencé a usar el internet y el correo electrónico, ¡qué experiencia! Nadie podía cree que con tan solo teclear “Enter” en “Enviar”, tu información era recibida unos minutos después, al otro lado del mundo. ¡Quién no recuerda aquellas cuentas electrónicas donde se escribía unas 10 palabras por minuto!

Poco a poco, al irme familiarizando con los programas de computadora y páginas en el internet que existían, ya podía sentirme que “lo había logrado”. Grande fue mi sorpresa al ver que como una bola de nieve en avalancha, estas nuevas tecnologías irían aumentando las posibilidades de comunicación e intercambio entre los usuarios. Pronto aprendí a participar en Foros abiertos, que en otras partes del mundo se abrían, era comunicación asincrónica, pero altamente relevante a mis intereses. Eran personas de todas partes del mundo a quien les interesaba lo mismo que a mí. Mi motivación se dimensionó y mi capacidad lingüística incrementó notablemente. Eran estos Foros en los que podía ver claramente el inglés (mi segunda lengua) fluir de una manera casi de cómo lo hacía oralmente.

Mientras que esto sucedía, en la escuela, se seguía trabajando muy cautelosamente con estas nuevas herramientas electrónicas o Web 2.0. Por mi parte, me encantaba pedir prestada una Lap Top para proyectar Power Point. Dije “adiós” a mis “flashcards”*.

El libro ya no era el único recurso de material en clase, del internet obtenía información actual como noticias, artículos y demás. Quería que los alumnos tuvieran material visual fresco. Sabía que les encantaba que la clase no estuviera enfocada a hacer ejercicios de libro y después de todo estaba trabajando con generaciones que habían nacido con la televisión y tener material proyectado era lo más cercano. También me gustaba el sentido de profesionalismo que me daba a mí como profesora. Me sentía como “ejecutiva” de la clase al poder usar herramientas que sólo se usaban en las grandes empresas en ese entonces.

Breve análisis de algunas herramientas de la Web 2.0 y sus usos en clase

Situémonos pues en la era actual. Sabemos que hay un número ilimitado de herramientas electrónicas en la Web listas para ser exploradas y explotadas por los profesores de idiomas. A continuación presentaré herramientas de la Web 2.0 con una descripción específica, mencionaré mi experiencia con cada una en el salón de clases.

1. Power Point (Office)

Aunque no es parte de la Web 2.0 si no más bienes una aplicación de Microsoft Office, ésta es una herramienta muy útil en clase para crear presentaciones del curso, descripciones gramaticales, instrucciones de actividades específicas, ilustraciones. Ya había mencionado que en la enseñanza de idiomas, las ilustraciones han sido siempre de suma importancia para evocar conversación y cognición. Para mí, ésta aplicación es de uso diario en la clase de idiomas, ya sea con fotos o dibujos, siempre está presente en mi sesión de clase. Además, con Power Point he creado juegos virtuales (Jeopardy®) Los alumnos practican el idioma jugando con un tablero de preguntas ocultas y puntajes que van de menor a mayor grado de dificultad. Lo uso principalmente en el aula (clase precencial), pero lo tengo siempre disponible en la plataforma para que los alumnos puedan jugarlo y repasar en cualquier momento. Debo recalcar que este juego ha tenido mucho éxito entre mis alumnos y otros profesores.

2. Moodle (plataforma de la Web 2.0 de uso restringido si se quiere)

Con ésta herramienta/plataforma, podemos tener una descripción detallada del curso con reglas pre-establecidas para la creación de documentos y prevenir otros cuestiones de disciplina. Las tareas colaborativas son fáciles de asignar a través de Moodle, puedes crear foros, wikis, subir tareas, creación de

exámenes en líneas, encuestas, noticias, calendarios, hoja de cálculo para llevar registro de calificaciones ¡Todo dentro de tu propio espacio y curso que los alumnos pueden ver cuando quieras o por el tiempo que desees!

Me gusta que los alumnos tengan recursos divertidos para practicar el idioma, así que usualmente junto con el tema que estamos viendo, tareas, y actividades; subo cualquier tipo de multimedia (videos de Youtube, ligas con juegos de vocabulario y gramática, artículos, podcasts, etc.) También uso Moodle para fomentar la comunicación informal que toma lugar en las redes sociales, asi que promuevo foros de discusión; uso lo que se escribe mal para después revisarlo en clase a manera de revisión y les es muy útil. Con Moodle puedo pedir tareas y trabajos para que los bajen en el espacio que les indico y esto permite tener un control muy estricto de tiempos de entrega y borradores realizados. Finalmente, uso esta herramienta para diseñar exámenes cortos y subir calificaciones. Esto ayuda a que los alumnos tengan una idea clara de su promedio durante el curso. Hay otros usos básicos como enviar mensajes, calendarizar tareas y dar avisos.

*Flashcards: Tarjetas de todos tamaños con ilustraciones o cualquier imagen visual como recortes de revistas o letras que se empezaron a usar en la enseñanza de idiomas en los años 80’s.

3. Blogs

Son espacios en la Web 2.0 en donde puedes trabajar desde un curso completo, hasta un tema muy específico para crear individual o colectivamente. Es una herramienta que tiene la ventaja de ser publicado en la Web de manera restringida o abierta.

Con mi alumnos busco que lo que publiquemos en el Blog sea resultado de una serie de materiales que hayamos visto en un tiempo preferentemente largo. El Blog, para mí, es el producto final de, por ejemplo, un curso que dura dos meses. Busco temas actuales relacionados a los contenidos y publicamos colaborativamente de manera creativa. Publicamos desde artículos y ligas, hasta comics, comentarios de películas, canciones hasta debates de política, soluciones a problema globales, etc.

4. Google Docs o Wikies.

Son espacios diseñados para la participación de dos o más personas, por lo general. El objetivo es crear documentos que se puedan editar agregando y/o quitando palabras, oraciones o párrafos enteros. Son muy útiles en el medio académico.

En clase, uso esta herramienta para fomentar el trabajo colaborativo y de construcción. Los alumnos crean artículos, ensayos y/o composiciones de algún tema sugerido para apoyar lo que vimos en clase. Si el escrito resulta del agrado de todos, ¡lo publicamos en el Blog!

5. Elluminate

Este espacios en la Web 2.0 nos permiten entablar una comunicación sincrónica con una o más personas. Similar a una llamada telefónica, pero con la gran ventaja de poder usar un dispositivo visual a la vez. Una vez que se adquiere una membresía. El administrador o líder, puede abrir sesiones con otras personas y compartir información al escribir en los espacios provistos, o presentaciones de documentos de Escritorio de su computadora. Esta herramienta es muy práctica cuando se quiere reunir a un grupo que en espacio virtual, sin las restricciones de espacio físico y horario.

Aunque no he tenido la oportunidad de usar esta herramienta de manera intensiva, he encontrado que tiene usos formidables para fomentar esa habilidad que hasta ahora había sido difícil de abordar dentro de la Web 2.0 y los idiomas: La habilidad oral. Así que definitivamente vale la pena que los maestros de idiomas incursionemos y aprendamos más de este tema. La creación de pequeños grupos, al principio, para ensayar es posiblemente lo más recomendable. Se puede empezar con tiempos de “conocerse” (lo haría la primera semana del curso) Abriendo el espacio en Elluminate comenzaría pidiéndoles a los alumnos que compartieran fotos de su vida y explicaran un poquito de estas. Buscaría otras formas de que se pudiera practicar el idioma. Otra sesión podría ser en un lugar del que quisieran hablar y describir a la vez que estén conectados. Hay un sinfín de actividades listas para ser realizadas y explotadas por los maestros de idiomas Elluminate. Otras que vienen a mi mente, con reserva de ser planeadas, serían:

- Intercambio de comunicación con personas del país donde se habla el idioma.

- Presentaciones orales finales

- Simulación de juntas en el mundo profesional

- Organización de actividades o proyectos en equipo.

6. FaceBook / Twitter

La ya muy conocida “Red Social”. En esta se puede compartir mensajes sincrónicos y/o asincrónicos con imágenes, fotos, ligas. Es un espacio muy popular y usado por las nuevas generaciones.

Poder usar una herramienta que es tan usada en la actualidad en la clase de idiomas puedes ser recibida positiva o negativamente por los estudiantes. En mi opinión, los jóvenes usan Facebook para socializar y no pocas veces en el ámbito académico. Confieso que debo darle mayor tiempo al estudio didáctico e implicaciones positivas que podría tener en el curso, sin embargo, creo que definitivamente podría ayudar a fomentar el uso del idioma.

En las últimas semanas de la Ruta ”La Tecnología como Detona, algunos especialista de las TICs y profesores hemos estado revisando el uso de éstas y otras herramientas como impulsadoras del aprendizaje en cualquier área de la Enseñanza-Aprendizaje. Hemos revisado los criterios institucionales y de valores de nuestra casa de estudios ITESO, y hemos concluido con gratos y muy positivos puntos de vista.

A la lista anterior, podemos todavía agregar muchas otras herramientas y aplicaciones del mundo de la tecnología. Honestamente, creo que los profesores de idiomas, en su mayoría, apenas vemos la “punta del Iceberg” en cuanto a usos y actividades en clase. Me emociona saber que hay un sinfín de cosas que están por ser descubiertas. Y creo que, por primera vez en nuestra era, los alumnos serán los primeros en usar estas herramientas y que los profesores deberemos de aprender de ellos, con mente abierta. Es nuestra experiencia y conocimiento lo que nos llevará a ofrecer algo no solamente atractivo para los alumnos de esta era tecnológica, sino que les permitirá aprender el idioma extranjero con mayor precisión y naturalidad. Algo que, nunca pensaron los primeros profesores de idiomas en el siglo XX.

Fuentes:

http://www.btinternet.com/~ted.power/teflindex.htm

http://es.wikipedia.org/wiki/Ense%C3%B1anza_de_idiomas

http://www.sociology.org/content/vol004.003/francois.html

http://www.prel.org/eslstrategies/multimedia.html

Detonando el aprendizaje con la magia de las TICs

- Fernando Jorge García Asomoza -


Las tecnologías de la información y la comunicación no son ninguna panacea ni fórmula mágica, pero pueden mejorar la vida de todos los habitantes del planeta. Se dispone de herramientas para llegar a los Objetivos de Desarrollo del Milenio, de instrumentos que harán avanzar la causa de la libertad y la democracia, y de los medios necesarios para propagar los conocimientos y facilitar la comprensión mutua” Kofi Annan, Secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, discurso inaugural de la primera fase de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información Ginebra 2003.

El cambio de época que vivimos ha llegado a trastocar todo lo establecido, ahora ya no sólo sabemos que la tierra es redonda (término hoy técnicamente inexacto) y que gira alrededor del sol; sabemos también que formamos parte de múltiples conjuntos cósmicos y de una realidad multidimensional en donde es mucho más lo que ignoramos que lo que sabemos. Otro aspecto que complica el panorama que apreciamos de la realidad es que se nos ha educado con una gran cantidad de mentiras, mismas que por no tener elementos para procesarlas, las hemos tragado y tratando de asimilarlas -algo imposible de lograr para las almas inquietas-; hemos formando con ellas nuestros sistemas de creencias. Y así el educador busca multiplicar su sistema de creencias que para él es el único válido -o el más conveniente por ser desde su perspectiva el menos malo- adoctrinando a sus educandos. Esto tiene contadas y valiosas excepciones, se trata entonces de los verdaderos Maestros. En éste contexto, ¿Sigue siendo necesario el profesor? ¿No lo suplen ya las computadoras y la Internet?

¿Qué es educar?
Educar, -que debería ser ayudar a sacar lo mejor de cada persona- es un proceso de muchas aristas, pero no necesariamente complejo. Supone desde el docente saber contener sus marcos de referencia para actuar en función de su educando y de sus circunstancias. Supone abrirse a la experiencia del alumno en formación y ser junto con él un alumno más, un aprendiz más. ¿Utópico? ¡No lo creo! Más bien inconveniente para muchos cotos de poder, incluido en muchos casos el poder del mismo educador.
Si nuestra real tarea hoy como docentes es ayudar a sacar lo mejor de cada uno de nuestros alumnos, es evidente que la acción será siempre centrada en ellos. Al final del día nuestro aprendizaje -como docentes- se verá confrontado y por lo mismo enriquecido.
¿Y la tecnología -concretamente las TICs- para el docente hoy? ¿Qué posición tomar frente a ella? Estoy convencido de que sólo es una herramienta más, como todas las herramientas con sus aspectos positivos y con sus aspectos también francamente negativos, como lo es el de ser una gran distracción y generadora de adicciones, que evitan atender lo importante. Como a cualquier herramienta se le debe conocer y ponderar antes de tratar de usarla indiscriminadamente. Un martillo o un desarmador pueden ser muy peligrosos en las manos inadecuadas o no preparadas para su uso. (Otro capítulo a tratar en otra ocasión será cuando una herramienta se trasforma en un arma...)

Necesidad de tomar en cuenta todos los saberes
Sí, la tecnología cualquiera que ésta sea es sólo una herramienta, deslumbrante, eso sí; pero sólo una herramienta. Al correo electrónico lo precede -y también lo sucede- la telepatía, pero esa no ha interesado divulgarla a la ciencia oficial, parece que le amenaza; y por lo tanto no es serio hablar de ella, menos estudiarla, es sólo materia de charlatanes... Quizá se piensa que al no hablar sobre ella en las universidades, se le puede tornar inexistente, simpáticos llegamos a ser. Tocamos aquí a las definiciones, valoraciones y casuísticas que en una buena parte sirven para descalificar lo que no conviene al statu quo dominante. La ciencia tradicional no considera lo que no puede medir o evaluar, por lo tanto para ella no existe el Amor -entre otras muy importantes cosas-, pero se sigue creyendo sabia y pontifica sobre la realidad; así nos las gastamos en la academia, urge ampliar la visión y la percepción de la realidad. ¡Urge abrirnos a todos los saberes! Esta ciencia “tradicional” y “oficial” es la madre de la tecnología que da tema para éste artículo.
Los fines, los objetivos que el docente se propone son otra cosa y se apoyarán en la tecnología idónea.

El docente ante las TICs
¿Qué actitud debe tener el docente frente a las TICs? Creo que necesariamente debe ser una actitud de apertura para su conocimiento y para su uso. En todos los campos del saber humano la tecnología tiene mucho que aportar y buena idea será llevar un paso firme, constante y resuelto para emprender ésta aventura, no dejando de llevar en la mochila una buena dotación de humanidad y de reflexión a manera de brújula para poder corregir el rumbo cuando sea preciso; y quizá lo más importante de todo sea tener bien localizado el botón de “encendido/apagado” para saber cuando apagar la tecnología y descansar, cuando parar al pensamiento, meditar -y ser- lejos, muy lejos de los bytes y del ciberespacio.
No es necesario el dominio de la tecnología por parte del docente, pues ya hemos dicho que él sólo es un facilitador, un acompañante, un alumno más; ahora todos aprendemos de todos y así la tecnología puede entrar al aula -para hacer sus importantes aportaciones- desde muy diversas puertas y cosmovisiones. ¡Aleluya por esto!
Conviene, sí tener algunos lineamientos claros por parte del docente, en primer lugar tener claros los objetivos de la asignatura, de la sesión concreta. En segundo lugar el fin que pretende lograr en la dinámica particular de aprendizaje que se propone para una actividad concreta, o que se dará a lo largo de un período. En tercer lugar valdrá la pena investigar cuál puede ser la herramienta TIC idónea para ese caso específico, aquí puede apoyarse el docente en sus pares o incluso en los mismos alumnos solicitándoles que propongan una herramienta que cumpla con el objetivo buscado (éste ya debe ser del conocimiento de los alumnos desde luego) Conviene aquí que aún en el caso de que el docente no domine esa herramienta TIC en particular, sí tenga una idea general de cómo es y cuál es su dinámica general, pues no hacerlo así puede provocar descontrol en los tiempos y directrices del trabajo en su asignatura o tema a tratar.
La realidad es multidimensional y mucho ayudará la actitud -provocada y mantenida por el docente dentro y fuera del aula- para enriquecer la experiencia de aprendizaje utilizando las TICs, pues cualidades de éstas es que no dependen de las limitaciones del tiempo y del espacio físico único; procesando y transmitiendo o conservando la información y la comunicación en forma multimodal. Estas novedosas cualidades de las TICs, requieren del docente una adecuada planeación para que su trabajo personal se facilite -y automatice en la mayor parte de los casos- y no suceda lo contrario; que por no haber entendido la forma de operar de un herramienta en concreto, su trabajo se complique e incluso se estrese fuertemente sin lograr el fin pretendido. Ejemplo de esto puede ser que al tener que evaluar o calificar -¿se tendrá en estas fechas que calificar como docente a los alumnos? Yo hoy tengo serias dudas sobre esto- los trabajos o aportaciones de sus alumnos se encuentre frente a sí una cantidad ingente de trabajo, misma que puede complicarse drásticamente al multiplicar el número de asignaturas, o grupos de una misma asignatura que el docente atiende.
Características de las TICs
Las características de proceso inmediato de la información, de multiplicarla sin límites y de tenerla disponible siempre y en cualquier lugar bajo diferentes formatos, hace de las TICs las reinas de la escena, algo así como el mago en un circo. Su capacidad de combinarse y los nuevos usos y potencias que día a día les vamos encontrando son deslumbrantes y ratifican su atracción sin competencia. Han cambiado los paradigmas y con ello nuestra vida diaria -no siempre para bien-; pues hoy mantenemos grandes contradicciones e injusticias -más aún las hemos ampliado-, en lugar de hacer del mundo un lugar más libre y solidario. La concentración de la riqueza es atroz, la miseria humana es humillante e inaceptable. Revertir los ajustes del control de esta magia tecnológica dará la solución y buena aparte de este acto correctivo a los controles se deberá llevar a cabo en el aula.
Las TICs en sus facetas positivas favorecen la democratización y la socialización del conocimiento -quitan las togas a los catedráticos y las sentencian innecesarias-, aportando así todos los participantes nuestros diferentes saberes al caldo del conocimiento. Si la capacitación para la vida pasa por el aula, definitivamente las TICs tienen que estar presentes en el salón de clases, pues la vida productiva en casi todas las actividades humanas las requiere y estimula. No deben los alumnos desligarse de la sociedad de la información en la que les ha tocado vivir. Mas aún, deben poderse mover con agilidad e inteligencia en ella. Definitivamente no hay sentido en una educación que no forma para la vida, debemos los docentes reflexionar seriamente sobre esto al relacionarnos con las TIC para invitarlas a trabajar con nosotros armónicamente en el aula.
Si atendemos a la definición de inteligencia: “Es la capacidad de resolver problemas y/o generar los productos y servicios que requiere una sociedad determinada”, es obvio que el uso de las TICs nos hace necesariamente más inteligentes -no necesariamente más felices- pero si más inteligentes; ya que potencia las facultades de memoria, el acceso y el proceso de la información, la combinación de posibilidades y los diversos escenarios posibles, lo que también nos ayuda -bien dirigido- a ser también más creativos. Todo esto nos permite con mucho resolver más y mejor los problemas. Es definitivo, una computadora con acceso a Internet nos hace potencialmente más inteligentes. Lo triste es que siendo esto aparentemente real, nuestras sociedades humanas hoy no son mejores, sólo son más veloces, más violentas y con una despersonalización y competencia atroz. No brilla mucho por nuestra aldea global el gran beneficio de poder ser todos realmente más inteligentes. Dice el Dr. Augusto Cury en su obra de imprescindible lectura: Padres brillantes, profesores fascinantes: “Si la sociedad colocara la educación en el centro de su atención las prisiones se volverían museos, los policías poetas y los psiquiatras músicos...” Cury, A. (2005) ¡Cuanta razón tiene! Las TICs son una herramienta más y está aún lejos de ser utilizada con gran provecho desde el ámbito de la educación.
Aunque la verdad no siempre esta desnuda y en el centro de la plaza, lo cierto es que puede ser vista por cualquiera que elija mirar; quien sinceramente la busca acaba encontrándola no importa que disfraz lleve o tras que árbol o roca pretendan esconderla. Así, el docente y sus alumnos, -verdaderos compañeros en el viaje vital del aprendizaje- deben elegir mirar, ver, observar y aplicar la tecnología para confirmar con los rayos x, el ultrasonido y la moderna imagenología que se encuentran o no en presencia de la verdad. Ya hace más de 2000 años que el Maestro de Maestros -nos dicen que- dijo: “Conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.” Apóstol -Evangelista-, J. (32) Quizá hoy al caminar Jesús de Nazareth por nuestro tiempo y código postal se pueda hacer el siguiente adéndum al evangelio de Juan: “Utilicen las TICs y la verdad los hará libres más pronto.” ¡Quizá!
Revisando la historia reciente encontramos que la TI (Tecnología de la Información) no sólo ha marcado cambios en la forma en la que los seres humanos vivimos, producimos, consumimos y nos divertimos; ha marcado definitivamente la forma en la que aprendemos, es evidente que importantes teorías pedagógicas, como la del constructivismo (el conocimiento se construye), se han inspirado y desarrollado a partir de observar la forma en que las computadoras procesan la información.
Aunque hoy se deberían revisar y replantear términos añejos como el de profesor -persona que enseña una ciencia o un arte- y su relación con profesar... Huyke, H. (2001); y el mismo concepto de docente, precisamente por ser el conocimiento una construcción común del grupo que aprende, queda claro que etimologías más o palabras menos, alguien siempre es líder, guía o facilitador (orientador o instructor en una actividad) y éste debe procurar que como resultado del proceso de aprendizaje, surjan mejores ciudadanos, capaces de construir una sociedad justa y con oportunidades equitativas para el desarrollo de todos sus miembros, llegando al deseado fin de una realización humana libre y plena.
La magia de las TICs parece no tener imposibles, razón de más para conjurar su hechizo y verlas objetivamente como la caja de herramientas -de uso estandarizado- que realmente son en nuestra vida cotidiana y desde ésta objetiva óptica diseñar nuestras experiencias de aprendizaje. Nuestros pensamientos crean nuestra realidad -la era de las dicotomías y de los límites está llegando a su fin- tenemos que ser muy cuidadosos de como integramos esos pensamientos que serán la base para crear nuestra realidad. Y si ya creada nuestra realidad algo no es de nuestro agrado, se vale dar marcha atrás y recrear la realidad desde el pensamiento; ¡se vale corregir! Estos conceptos de rigurosa aplicación en la vida, no deben quedar fuera del aula.

Conclusión
Todos ganamos cuando el docente integra las TICs al proceso de aprendizaje, dentro del desarrollo de su asignatura. La tecnología también gana cuando desde una óptica holística se le integra al aprendizaje y sanamente se le acota dentro de los objetivos de la asignatura, pues se logran productos definidos, útiles; que no irán a parar al cesto de la basura como conocimiento que nace obsoleto. Esta es otra de las facetas que requiere un semáforo y debemos cuidar en el manejo de las TICs, pues la velocidad de proceso de la información hace que se puedan generar instantáneamente cantidades industriales de “información basura.” Así es, también a la tecnología le conviene asistir al aula, pues saldrá mejor peinada y graduada en utilidad.
Hasta ahora he mencionado al docente en singular y creo que ha llegado el momento -lo favorece la misma tecnología- de hablar de un cuerpo docente, de los docentes trabajando en equipo. Nunca como ahora es necesario y altamente conveniente que los docentes unan -y reúnan- visiones, estrategias, trabajos y experiencias. Ya no hay pretextos de tiempo, de espacio o de grandes volúmenes de trabajo para que los docentes trabajen en equipo; las TICs eliminan estas antiguas cargas y limitaciones.
¿Qué sigue? Por lo pronto asimilar e integrar el encanto de la tecnología a la apasionante aventura del aprendizaje. ¿Y después? Aquí la respuesta la tiene el poeta: “...no hay camino. ¡Se hace camino al andar!”
Finalmente, estas son las consideraciones de un docente. ¿Qué piensan del aprendizaje los alumnos? ¿Qué piensan, sienten y quieren de las TICs los alumnos? ¿Cómo les gustaría aprender? ¿Qué los motiva? ¿Qué los apasiona? Abramos nuestra atención y toda nuestra capacidad hacia lo que tienen que decirnos, a final de cuentas ellos son el objeto y razón de nuestro quehacer docente.
Bibliografía y referencias:
1.- Apóstol -Evangelista-, J. (32). La Biblia. Evangelio de Juan. Capitulo 8, versículo 32. (San Pablo – Editorial Verbo Divino)
2.- Cury, A. (2005). Padres brillantes, profesores fascinantes. Parte 6. La historia de la gran torre. (Grijalbo)
3.- Huyke, H. (2001). Anti-profesor. Prologo. (Editorial Universidad Puerto Rico)

lunes, 6 de junio de 2011

Mis comentarios al articulo de Jesus

Hola Jesus,

Lo que me atrapo durante la lectura de tu articulo fue el parrafo de las nuevas competencias de los maestros con el uso de las TICs. Muy bien explicado y tu aportacion deja espacios para la auto-reflexion y la revaloracion de la manera en que nos relacionamos con nuestros alumnos
Saludos
Rocio

El profesor frente a las TIC, lo viejo y lo nuevo en la educación

Jesús Villarreal Cano

Los profesores* están llamados a ejercer un papel fundamental en la transformación de las sociedades del siglo XXI, habida cuenta de la creciente importancia de la información y del conocimiento en la conformación económica, social, política y cultural que define a la llamada Sociedad de la Información. Pese a que en la actualidad los sistemas educativos son fuertemente cuestionados y transformados, con el objeto de elevar su eficacia para formar a las personas en mejores maneras de estar y convivir en el mundo, la figura del docente sigue siendo clave para ayudar a los estudiantes a construir su propio aprendizaje y conocimiento. Sin embargo, este actor tradicional en la educación se encuentra envuelto en una continua revisión de sus competencias y métodos pedagógicos, lo cual plantea la necesidad de profesionalizar la docencia, concebida en términos generales como capacidad para organizar y conducir situaciones de aprendizaje.

Actualidad de las TIC

Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) han tenido un fuerte impacto en los procesos educativos, en la medida en que contribuyen a configurar nuevas formas de interrelación entre docentes y estudiantes, con el fin de favorecer mejores modos de aprender y, diríase también en nuestras sociedades pragmáticas y fuertemente condicionadas por los valores económicos, más eficientes y menos costosos.
De acuerdo con Moreno (2001), lo que le da sentido a la incorporación de las TIC en los proyectos educativos es la posibilidad de propiciar mejores condiciones educativas, ya sea por una mayor cobertura, el mejoramiento de la comunicación o el apoyo a los procesos de aprendizaje. Su aplicación en el entorno educativo se halla condicionada tanto por la accesibilidad de los medios tecnológicos para los destinatarios, en razón de su situación geográfica, su cultura y sus condiciones de vida y trabajo, como por la accesibilidad para las instituciones en función de sus capacidades y cultura organizacional que les facilite incorporar la tecnología a sus prácticas educativas.
Pero más allá de las facilidades de acceso, se tiene la expectativa sobre las TIC como medios que pueden contribuir a elevar la calidad de las experiencias de aprendizaje, si a través de ellos se propician comunicaciones más fluidas y democráticas, participaciones activas, mayor motivación, nuevos modos de percepción y de expresión más creativos y, en suma, procesos de aprendizaje significativo que contribuyan a formar mejores ciudadanos y trabajadores. Se pretende que el uso de las TIC ayude a potenciar (en vez de atrofiar) en los alumnos sus capacidades para aprender de manera autónoma y colaborativa, para que adquieran, según lo detalla la UNESCO 2008, las capacidades necesarias para llegar a ser: competentes para utilizar tecnologías de la información; buscadores, analizadores y evaluadores de información; solucionadores de problemas y tomadores de decisiones; usuarios creativos y eficaces de herramientas de productividad; comunicadores, colaboradores, publicadores y productores; y ciudadanos informados, responsables y capaces de contribuir a la sociedad.

Aprendizaje significativo y enfoque constructivista

Una visión como la anterior es concebible a partir de la promoción de experiencias de aprendizaje significativo, para lo cual se requiere un modelo pedagógico como el que proponen Kozuma y Johnson, citados por Moreno (2004) que implique:
i) una participación activa de los estudiantes más que una recepción pasiva, ii) oportunidad de aplicar el conocimiento nuevo en situaciones de la vida real, iii) la habilidad para presentar conceptos y conocimientos de diversas maneras no sólo con texto, iv) el uso de la computadora para el logro de destrezas, v) aprendizaje de actividades colaborativas en lugar de sólo actos individuales y vi) énfasis en el proceso de aprendizaje en lugar de solamente memorizar información.
El concepto de aprendizaje significativo tiene antecedentes dentro del pensamiento educativo en una tradición de movimientos pedagógicos con raíces en el pensamiento de Rousseau, “que comparten el principio de autoestructuración del conocimiento, es decir, ven al alumno como el verdadero agente y el responsable último de su propio proceso de aprendizaje” (Coll, 1988). La teoría principal, que proviene de Ausubel, es una propuesta pedagógica relacionada con el constructivismo social, y tiene como centro la idea de que “construimos significados cada vez que somos capaces de establecer relaciones «sustantivas y no arbitrarias» entre lo que aprendemos y lo que ya conocemos. Así, la mayor o menor riqueza de significados que atribuiremos al material de aprendizaje dependerá de la mayor o menor riqueza y complejidad de las relaciones que seamos capaces de establecer” (Coll, 1988. En referencia a Ausubel et al). Además del significado, Coll señala que el aprendizaje debe tener sentido para activar la intencionalidad del estudiante hacia el objeto de su aprendizaje.
En este grupo de teorías ligadas al constructivismo, la concepción del aprendizaje reside principalmente a su dimensión social. La cultura constituye la base de lo que se enseña y se aprende, y la construcción misma del aprendizaje y del conocimiento está determinada culturalmente, y, por tanto, supeditada a la interacción social y a la comunicación entre las personas. El aprendizaje constituye, por ello, un fenómeno complejo cuyo abordaje debe ser necesariamente inter y transdisciplinario y corresponde a la necesidad de las personas de buscar mejores condiciones de existencia y responder con sentido a las situaciones de la vida (Moreno 2001).

Sentido y sinsentido de las TIC en las situaciones de aprendizaje

Para el entorno constructivista actual, las TIC parecen contener algunas ventajas, más allá de facilitar el acceso a la información, para favorecer la autonomía y la participación colaborativa de los estudiantes (con el apoyo del docente), y no sólo para mejorar el control y la evaluación o como repositorio de información y materiales educativos. Su virtud principal radica, quizá, en propiciar nuevas maneras de visibilidad y de comunicación, que entrañan un entorno propicio para la participación de los estudiantes y el desarrollo de la responsabilidad en su propio aprendizaje.
La incorporación de las TIC en los procesos de enseñanza – aprendizaje en los centros educativos puede implicar lo mismo seguir una moda o corriente impuesta por el proceso globalizador, que ser una apuesta pertinente por la innovación educativa. El primer caso ocurre cuando la tecnología es el elemento central y no el medio, y sucede lo que Ollivier (1998) advierte como el predominio de un discurso mítico y utópico que impone el uso inevitable y necesario de las TIC como alternativa superior en el contexto de aprendizaje. Afirma que se trata de una ideología que apunta hacia el crecimiento de nuevos mercados para el conocimiento, en forma de plataformas y productos multimedia para su venta a empresas, familias y dentro de las mismas instituciones educativas. El mismo autor afirma que en este nuevo contexto, el rol tradicional de los docentes, ligado a la investigación, tiende a perderse y con ello su capacidad de contribuir al desarrollo del sentido crítico de los estudiantes. Dicho rol se mueve hacia nuevos perfiles necesarios para el manejo de formas de enseñanza híbridas, en cuyo proceso intervienen principalmente jefes de proyecto, responsables de estructurar la pedagogía, especialistas en el interfaz gráfico, especialistas en audiovisuales y tutores. Las instituciones, en esta suerte de impostura educativa, pueden devenir distribuidoras de materiales multimedia de las empresas que los producen.
Por ello, la solución debe formar parte de un proyecto institucional que impulse una política de innovación educativa mediante uso de TIC, que contemple desde la dotación de infraestructura suficiente, hasta la creación de un clima favorable a la innovación, así como la disponibilidad de materiales didácticos de naturaleza digital y la formación del profesorado (Area, 2005). Esta política debe incluir, de manera clara, lo que Sigalés (2004) denomina incentivos, para que el profesorado incorpore las TIC en su labor y se involucre en el diseño y desarrollo de propuestas de formación virtual, incentivos que consisten sobre todo en ofrecer una adecuada formación para que el profesorado desarrolle competencias para el ejercicio de la docencia en línea, para la innovación y para el liderazgo de equipos y el trabajo en red, ya que como expresa Dillenbourg, “no existe tecnología eficaz en el aprendizaje si no está el profesor detrás”. De acuerdo con la experiencia de Coll, C., Mauri, T. y Onrubia, J., 2006, el uso de las TIC permite extender y amplificar la actividad presencial de profesor y estudiantes y generar un entorno, virtual o híbrido, en donde el papel del profesor adquiere una gran importancia como mediador y agente educativo. Por ello es una condición básica que el profesorado, además de mantener una predisposición favorable hacia el uso de TIC en su actividad docente, tenga una preparación en las competencias que le permitan ejercer su rol de una manera efectiva.

Nuevas competencias docentes

Dichas competencias operan en dos sentidos. El primero incluye la capacidad de los maestros para diseñar el entorno de aprendizaje de forma no tradicional, en una combinación innovadora de las TIC con nuevas pedagogías que mejoren la experiencia de aprendizaje. Y el otro sentido se orienta hacia la animación, ayuda o estímulo del aprendizaje, mediante interacciones en el plano social, facilitando la actitud cooperativa, el aprendizaje colaborativo y el trabajo en grupo, todo lo cual implica el ejercicio de un liderazgo y el dominio del plano emocional del entorno de enseñanza – aprendizaje.
Como se infiere de lo anterior, un tipo de profesionalización que engloba este tipo de competencias es complejo porque exige del docente un desarrollo constante, tanto en el plano cognitivo, como en el metacognitivo, sin olvidar, desde luego, el plano emocional y el de su propia especialidad profesional. Por ello, se propone para este tipo de escenarios la formación de equipos de trabajo educativo que se reparten las tareas de diseño, tutoría/acompañamiento a los estudiantes, soporte técnico y capacitación en las herramientas informáticas/telemáticas. Este es uno de los mayores contrastes ante la vieja figura del maestro solitario que diserta en el aula delante de los alumnos en una escuela que privilegia el estilo expositivo – informativo y promueve el aprendizaje memorístico.
Las nuevas competencias están en sintonía con la amplia gama de posibilidades de intervención que pueden desplegar los docentes en el uso didáctico de las TIC, y comprenden conocimientos, procedimientos y actitudes que Gallego, Gámiz y Gutiérrez (2010) clasifican para efectos analíticos en tres grupos: competencias técnicas (saber), metodológicas (saber hacer) y sociales (saber ser).
Las primeras, que también denominan teóricas o conceptuales, implican que los profesores integren el saber con el saber hacer cognitivo, es decir, los conocimientos relativos a la profesión docente  y las habilidades para tratar críticamente la información.
Las competencias psicopedagógicas y metodológicas se refieren a saber aplicar el conocimiento y procedimiento adecuado a la situación concreta, lo que implica integrar el saber y el saber hacer desde la planificación de la formación hasta la verificación de los aprendizajes.
Finalmente, pero no menos importante, las competencias sociales integran el saber ser y saber estar, lo que implica saber relacionarse y colaborar con otras personas de forma comunicativa y constructiva.
El impacto de las TIC en la formación impulsa nuevas formas de interacción y comunicación que encierran un gran potencial para mejorar la calidad de los procesos de enseñanza – aprendizaje que conduzcan a formar personas que eleven la calidad de su ser, hacer y convivir. Su adopción eficaz en el medio educativo implica considerar las condiciones que la hacen posible, siendo quizá la más importante la transformación del rol de los docentes, quienes tienen en las TIC la posibilidad de potenciar su eficacia mediadora y dinamizadora del aprendizaje significativo.

Referencias bibliográficas:

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Coll, C. (2005). Psicología de la educación y prácticas educativas mediadas por las tecnologías de la información y la comunicación. Una mirada constructivista. Revista Electrónica Sinéctica, núm. 25, agosto-enero, 2005, pp. 1-24. Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente. Jalisco, México. Disponible en: http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=99815899016, visitado el 3 de junio de 2011.
Coll, César; Mauri, Teresa; Onrubia, Javier (2006). «Análisis y resolución de casos-problema mediante el aprendizaje colaborativo». En: Antoni Badia (coord.). Enseñanza y aprendizaje con TIC en la educación superior [monográfico en línea]. Revista de Universidad y Sociedad del Conocimiento (RUSC). Vol. 3, n.° 2. UOC. [Fecha de consulta: 03/06/11]. Disponible en: http://www.uoc.edu/rusc/3/2/dt/esp/coll_mauri_onrubia.pdf
Gallego, M. de J., Gámiz, V., & Gutiérrez, E. (2010). El futuro docente ante las competencias en el uso de las tecnologías de la información y comunicación para enseñar. EDUTEC. Revista Electrónica de Tecnología Educativa, (34), 1-18. Disponible en:  http://edutec.rediris.es/Revelec2/Revelec34/pdf/Edutec-e_n34_Gallego_Gamiz_Gutierrez.pdf,  visitado el 3 de junio de 2011.
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Sigalés, C. Formación universitaria y TIC: nuevos usos y nuevos roles. RUSC. Revista de Universidad y Sociedad del Conocimiento, Vol. 1, Núm. 1, septiembre-noviembre, 2004, pp. 1-6 Universitat Oberta de Catalunya España. Disponible en: http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=78011256004, visitado el 3 de junio de 2011.
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* Docente, maestro, profesor, se utilizan indistintamente en este escrito.

Los tutores haciendo tutoriales

El uso de la tecnología en las aulas universitarias es una cuestión tan necesaria como reflexionar sobre aquello que detona los aprendizajes.

Preguntarnos qué y cómo aprendemos; cuándo aprendemos de mejor manera; y por qué hay cosas que pareciera que no nos interesa aprender nos lleva a formularnos respuestas que nos indican hacia dónde dirigir la docencia.

Particularmente, en el caso del uso de la tecnología estás preguntas suponen imaginar situaciones en las que es necesario identificar cuáles son los nuevos detonadores del aprendizaje.

Si imaginamos estas situaciones fuera del aula de clase surgen algunas ideas que sin duda cuestionan el rol del docente, porque lo aprendido no depende de que haya alguien que enseñe, tal es el claro caso de las habilidades desarrolladas a partir del uso de videojuegos.

La incorporación de la tecnología en los espacios de clase desplaza el rol del docente porque implica que éste ya no constituye el único referente confiable para el aprendizaje. Por lo mismo, esta condición supone un replanteamiento del ejercicio de las prácticas de enseñanza aprendizaje desde el cual se reflexione sobre el papel del docente.

En este sentido, la tecnología como detonador del aprendizaje supone por tanto nuevas formas de trabajo. Entre las cuales surge una que especialmente reposiciona los ejes de la enseñanza: la tutoría.

Así es como la figura del tutor en el aula, y la existencia de los tutoriales virtuales, constituyen un referente cada vez más indispensable para comprender hacia dónde tiene que perfilarse la figura del docente universitario. Del mismo modo que, a partir de la evolución de los tutoriales es necesario recolocar los objetivos del trabajo en clase y el rol del docente.

Entre las relaciones más evidentes que derivan de estas nuevas condiciones nace aquella que pregunta por cuál es el papel del profesor frente a la posibilidad de trabajar con tutoriales multimedia. Y cuál es el alcance de los tutoriales multimedia en el salón de clases.


Originalmente, se discutirá mucho acerca de que la labor docente no puede ser suplantada, sin embargo, es claro que hay evidencia de que esto no solo es posible si no a veces deseable por parte de los alumnos. Es decir, los estudiantes indican ya, y con mucha exigencia en algunos casos, cuando algo en clase pudieron haberlo aprendido por su cuenta.

Por otra parte, a partir de la definición de los tutoriales, puede pensarse que efectivamente los profesores son tutores, porque cumplen con este ejercicio de aleccionar que conduce al alumno a través de las características y funciones más importantes de cosas por medio de ejercicios, procesos, diseños, lenguajes y más.

Pero aquí de lo que se trata es de ir más allá en la identificación de los elementos que intervienen en la función detonadora. En este sentido, el hecho de que la tutoría virtual puede incluir una plataforma multimedia, que posibilita la comprensión de aplicaciones que en otros tiempos estuvieron solo a cargo de maestros que podíamos ver cara a cara y entender mediante la explicación y el diálogo directo, nos coloca frente a la posibilidad de vincular contenidos de recursos diversos. Y tan potencialmente ricos en relaciones que alcanzan construcciones solidas como referentes explicativos.

La efectividad de los tutoriales multimedia cuestionan la presencia. Pero la necesidad de los humanos ha significado siempre una reflexión respecto a su implicación en las aplicaciones tecnológicas, debido a que por un lado la ausencia de personas facilita la vida y disminuye los costos; y por otro, la ausencia de personas cuestiona el desarrollo y conlleva a otras cuestiones que pueden suponer relaciones más profundas.

En este caso, el avance de las aplicaciones tecnológicas invita a pensar la labor docente cada vez más centrada en el desarrollo de la didáctica. Particularmente, en el caso de los tutoriales está significando un desplazamiento hacia al terreno de la producción multimedia.

Esta implicación didáctica requiere de funciones que asocien la pericia de la enseñanza aplicada al diseño de una serie de pasos que van aumentando el nivel de dificultad y entendimiento. Y para los cuales sería ideal que un pedagogo interviniera para indicar cuál es la secuencia lógica para que el usuario entienda todas las partes del proceso.

De igual manera, desde el punto de vista del consumo o la utilización de tutoriales ya elaborados, la evaluación de los mismos requiere por parte del docente del desarrollo de criterios con los cuales los usuarios – alumnos codifiquen la cada vez más creciente cantidad de materiales de este tipo.

Tanto el uso como la valoración de los tutoriales supone el conocimiento de herramientas audiovisuales para la educación, que pueden utilizarse como complemento de plataformas virtuales institucionales como es el caso del sistema Moodle, o como materiales de consulta en la web, en espacios gratuitos de mucho flujo informacional como en You Tube. O bien relacionados con materiales para la realización de videos, audios o el manejo de imágenes, tales como Windows maker o Imovie.

En cualquier caso, los tutoriales incluyen una lógica de trabajo que fomenta la independencia y acompañar la clase con un conjunto de tutoriales puede ser una buena opción para complementar los materiales de apoyo y la bibliografía a disposición de los alumno.

Igualmente, la didáctica implícita en ellos es de vital importancia para mantener activo al estudiante. El objetivo también es despertar la curiosidad.



Los tutoriales virtuales se conciben para la elaboración de actividades individuales, en los que uno (el que sabe) indica a otro (que no sabe) lo que tiene que hacer. Sin embargo, nada impide que se diseñen para la realización de tareas colectivas. En donde uno o varios (indiquen a otro o a otros) lo que pueden hacer.

Hasta ahora no sabemos cuál es el impacto real de los tutoriales virtuales en nuestro país, ni respecto de lo que pasa en otros lugares. Tampoco conocemos las áreas de conocimiento en las que tienen mayor incidencia. Lo que sí podemos considerar es que es un hecho que en México igual que en todo el mundo su consumo crece día con día. Y éste poco a poco va constituyendo una opción viable para la gente que quiere aprender, por lo que no es ocioso pensarlo a la par de la oferta educativa institucionalizada.

La producción de tutoriales deja al descubierto que el principal reto de pensar la tecnología como detonador del aprendizaje, consiste más que nunca en retomar la educación desde un punto de vista que nos permita focalizar en las habilidades y los recursos que están en el núcleo de la actividad docente, que no significan otra cosa que retomar la didáctica.









Escrito por: Gabriela Solano y Cecilio González